Esta es una de las primeras preguntas que nos hacemos cuando aún no estamos seguros de si nos corresponde o no obtener el reconocimiento de la ciudadanía italiana.

Muchas veces, es a través del relato familiar que nos enteramos de que sí, que podemos, pero luego debemos abordar la recolección de todos los documentos que lo acrediten y eso al principio puede abrumarnos. Nos hacemos muchas preguntas, no tenemos claro qué documentación debemos presentar ni ante quién. A menudo contamos con papeles sueltos y eso al igual que un pasaporte, un documento o una cédula de identidad si bien no alcanza, podría ser gran comienzo. Para poder solicitar el reconocimiento de la ciudadanía italiana debemos demostrarlo con la documentación correcta y hacer la solicitud ante el Organismo correspondiente.

Cuando en nuestra familia tenemos la posibilidad de conversar con los adultos mayores, éstos suelen proporcionarnos la información más valiosa. Lamentablemente muchas veces, no contamos con ese beneficio y debemos emprender un camino diferente. Si ésta es tu situación, el camino que debes emprender es siempre y en todos los casos, desde tu acta de nacimiento hacia atrás ya que, en tu acta, vas a encontrar los datos de tus padres, y en la de tus padres, la de tus abuelos y así sucesivamente hasta llegar al italiano que emigró. Muchas veces, las actas más difíciles de conseguir son las actas de matrimonio, cuando éste no ocurrió en el lugar donde nacieron o vivieron habitualmente. Por fortuna, existen dos buscadores que nos pueden ayudar muchísimo para poder localizar estos acontecimientos: Familysearch y Antenati. Otro buscador que nos puede ayudar es Cognomix ya que, en Italia, la localización de los apellidos suele en algunos casos, bastante regional. Sin embargo, si el apellido está bastante difundido, esta no nos va a resultar una herramienta muy útil.

Recopilar todas las actas, suele ser un gran desafío, que a menudo, lleva tiempo. En muchos registros civiles, cuando no se tiene la certeza de la fecha del acta que estamos buscando, se puede hacer una búsqueda amplia, con un rango de hasta 5 años en algunos casos. Si bien para estas búsquedas hay que hacer un pago extra, cuando debemos recurrir a ellas es porque ya hemos agotado todas las instancias anteriores.

Aunque parezca un cliché, lo más importante en estos casos, es no rendirse. Por momentos es posible que nos sintamos frustrados, ya sea porque creemos que estamos buscando en el lugar correcto y no lo es, o creemos que sucedió en una fecha y luego nos damos cuenta de que estábamos equivocados. Estas cosas ocurren, porque muchas veces incluso, nos guiamos por la edad que decía tener en un acta y luego verificamos que hay diferencias. A pesar de todo esto, que en la mayoría de los casos ocurre, siempre hay algún camino por el cual avanzar.

Toda esta información que vamos recopilando, es siempre mejor plasmarla en un árbol genealógico, donde podamos leer claramente fecha de nacimiento, matrimonio si ocurrió y defunción si sucedió.

En todo este camino, hay dos condiciones fundamentales a tener en cuenta:

El ancestro italiano nacido antes del 17 de marzo de 1861 (proclamación del Reino de Italia) debe haber muerto después de esa fecha y haber muerto con posesión de la ciudadanía italiana;

El ancestro mujer transmite el derecho a la ciudadanía italiana a sus descendientes nacidos después del 1 de enero de 1948. (Si sus descendientes nacieron con anterioridad a esta fecha, el reconocimiento de la ciudadanía italiana podrá ser solicitado por vía judicial)

Es sumamente importante, cuando tenemos dudas, consultar la página del Consulado Italiano que nos corresponde por domicilio, que es finalmente donde vamos a presentar la documentación o bien, en el Comune italiano donde queremos presentar nuestra carpeta.

Esperamos que esta información les haya sido útil y que emprendan un camino exitoso hacia el reconocimiento de su ciudadanía. Que nada los detenga. Todo vale la pena. El reconocimiento en sí será una gran satisfacción.

¡Muchos éxitos a todos!